Esta semana se ha inaugurado nueva sección en nuestra Sala de calderas. Se llama Paso a nivel y ya nos ha dado un primer relato ganador.
La premisa, en esta ocasión, era el refrán "Si tomas un mal camino, no esperes un buen destino" y Yandros y sus mariposas se han alzado con la victoria.
El autor nos recomienda pasarnos antes por la primera parte de esta historia y leerlas con esta banda sonora de Muse . ¡¡Disfrutad de un nuevo concepto de la palabra mariposa!!
Disparé. Y en ese momento rompí el hilo que me conectaba con mi realidad, aquella que yo había alterado con mi presencia, en la que ya no tenía un futuro donde ansiaba volver atrás para arreglar todo lo que la vida me había robado. En esa nueva realidad ya no tenía a nadie a quien salvar y por lo tanto nunca volví hacia atrás en el tiempo, a deshacer lo que nadie había hecho, porque yo ya lo había cambiado. Me encuentro atrapado en un sempiterno bucle donde no existe el tiempo, o existe pero no transcurre, y aquello que no fluye es como si no viviera. Existo pero no existo. Es ahora la ausencia de dolor lo que carcome mi ser. Es la ausencia de todo, la presencia de nada…
Mi imagen distorsionada por el viaje temporal apareció en todos los holodiarios. Era el asesino del espacio-tiempo. Cambié el futuro de la humanidad, nunca sabré si a mejor o peor, al menos nunca lo sabré en aquel presente que yo había bombardeado con un simple disparo. Yo estaba allí, junto a ella. Mi yo futuro la había salvado, mientras mi yo presente asistía boquiabierto a mi propia imagen empuñando el arma que disparó sobre aquel tipo. Huí de puro terror, alejándome de aquel fantasma del futuro que condenaba mi pasado, incapaz de comprender la visión paradójica que se había grabado a fuego en mi mente…
Ella, con lágrimas en los ojos, no comprendió jamás porqué en un futuro me convertiría en un asesino. Yo tampoco lo entendí. Y en esa realidad ahora tan lejana, día a día ella se alejó tanto de mí como en la vida que yo había intentado cambiar. Era una ausencia tan vacía como la muerte, la misma angustia contra mi ser, la misma rabia incontenible que siempre me acompañó en la otra realidad…
Un segundo después de escuchar la denotación supe que el destino me tenía preparada su venganza. Quizás antes de apretar el gatillo algo en mi interior me decía que alterar el orden natural de las cosas podría desencadenar un caótico huracán tan impredecible como cierto. La imagen de su sonrisa congelada para siempre en mi retina me cegó de tal forma que ninguna otra luz pudo alumbrar mi camino. Quise negar la evidencia. Quise ser dueño y señor de la cuarta dimensión, romper la barrera del tiempo adentrarme en senderos desconocidos para el hombre, jugar a ser un dios menor que no soporta el dolor de la ausencia…y ahora pago cara mi condena en esta cárcel atemporal que me niega mi recompensa y oscurece mi alma…
Ni siquiera pude acariciarla, mirarla, besarla una vez más. Acaso esa caricia hubiera sido una cura balsámica que paliara mi dolor, esa mirada un recuerdo imborrable que me acompañara en mi cautiverio, y ese beso un cálido aliento que amortiguara el gélido frío de los barrotes que aprisionaron mi alma… Y sin embargo, la vi alejarse, y ahora esa imagen tortura mi mente. Porque antes me la arrebataron, pero ahora yo mismo soy el causante de mi desgracia.
Y ahora, atrapado en el intervalo de lo eterno, prisionero en un infierno atemporal que el hombre jamás alcanzaría a imaginar, donde no puedo volver a mi realidad porque no existe, veo todas las realidades posibles desde un plano superior, sin poder tocarlas, sin poder llorar ni reír, tan sólo sintiendo cómo se desangra por siempre mi alma, y comprendo que el destino, sin estar escrito, tiene nudos que no puedes deshacer…
Mi imagen distorsionada por el viaje temporal apareció en todos los holodiarios. Era el asesino del espacio-tiempo. Cambié el futuro de la humanidad, nunca sabré si a mejor o peor, al menos nunca lo sabré en aquel presente que yo había bombardeado con un simple disparo. Yo estaba allí, junto a ella. Mi yo futuro la había salvado, mientras mi yo presente asistía boquiabierto a mi propia imagen empuñando el arma que disparó sobre aquel tipo. Huí de puro terror, alejándome de aquel fantasma del futuro que condenaba mi pasado, incapaz de comprender la visión paradójica que se había grabado a fuego en mi mente…
Ella, con lágrimas en los ojos, no comprendió jamás porqué en un futuro me convertiría en un asesino. Yo tampoco lo entendí. Y en esa realidad ahora tan lejana, día a día ella se alejó tanto de mí como en la vida que yo había intentado cambiar. Era una ausencia tan vacía como la muerte, la misma angustia contra mi ser, la misma rabia incontenible que siempre me acompañó en la otra realidad…
Un segundo después de escuchar la denotación supe que el destino me tenía preparada su venganza. Quizás antes de apretar el gatillo algo en mi interior me decía que alterar el orden natural de las cosas podría desencadenar un caótico huracán tan impredecible como cierto. La imagen de su sonrisa congelada para siempre en mi retina me cegó de tal forma que ninguna otra luz pudo alumbrar mi camino. Quise negar la evidencia. Quise ser dueño y señor de la cuarta dimensión, romper la barrera del tiempo adentrarme en senderos desconocidos para el hombre, jugar a ser un dios menor que no soporta el dolor de la ausencia…y ahora pago cara mi condena en esta cárcel atemporal que me niega mi recompensa y oscurece mi alma…
Ni siquiera pude acariciarla, mirarla, besarla una vez más. Acaso esa caricia hubiera sido una cura balsámica que paliara mi dolor, esa mirada un recuerdo imborrable que me acompañara en mi cautiverio, y ese beso un cálido aliento que amortiguara el gélido frío de los barrotes que aprisionaron mi alma… Y sin embargo, la vi alejarse, y ahora esa imagen tortura mi mente. Porque antes me la arrebataron, pero ahora yo mismo soy el causante de mi desgracia.
Y ahora, atrapado en el intervalo de lo eterno, prisionero en un infierno atemporal que el hombre jamás alcanzaría a imaginar, donde no puedo volver a mi realidad porque no existe, veo todas las realidades posibles desde un plano superior, sin poder tocarlas, sin poder llorar ni reír, tan sólo sintiendo cómo se desangra por siempre mi alma, y comprendo que el destino, sin estar escrito, tiene nudos que no puedes deshacer…
Yandros
5 comentarios:
Enhorabuena, a ti y a tus victoriosas mariposas XDDD
¡¡Enhorabuena campeón!! por fin hemos separado nuestros caminos de siameses ganadores y vamos cada uno por nuestra cuenta...
Me han encantado tus mariposas, tanto las vivasa como las muertas!
Un merecido ganador... Felicidades Yandros^^
Quien escoge las fotos de las entradas?
Porque es que lo clava vamos, estoy por ponerla de foto de perfil ajajaj
La institutriz XDDDDDDDDDD
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